En este documento se destaca la importancia de la concertación social, tanto para la profundización de las democracias en la Región, como para el desarrollo económico, la equidad social y el fortalecimiento de la sociedad civil.
Pero, a la vez, se busca evitar las posturas ideológicas que impiden el uso racional del instrumento. Se toma por lo tanto una perspectiva instrumental. Se analiza en el caso de diversas áreas, ¿cuando? ¿para qué? ¿cómo? ¿entre quienes? debe darse la concertación. Se parte de la hipótesis que existen beneficios y costos en la concertación y que en algunas áreas, temas y mecanismos predominan los beneficios mientras que en otros predominan los costos.
En concreto, se analiza la concertación social para la determinación de salarios, los cambios en las instituciones laborales, los procesos de transición política, los procesos de cambio estructural e institucional, las políticas de estabilización y los procesos de ajuste económico, y la construcción de confianzas y expresión de identidades.
Una de las implicancias del documento es que dado que no siempre, ni respecto de todas los temas, resulta conveniente usar el instrumento de la concertación, entonces en determinadas circunstancias conviene aceptar abiertamente el conflicto, como el modo más adecuado para resolver las diferencias. Tomar una perspectiva más instrumental respecto de la concertación es también tomar una postura mas instrumental respecto del conflicto. De allí que la propuesta del documento sea la estrategia del «concer-flicto», que involucra definir cuales van a ser las áreas de conflicto y cuáles las áreas de concertación.