Perú es el principal productor de alimentos para la acuicultura, produciendo harina de pescado a partir de anchoveta o sardina, con un 5% a 10% de pesca para consumo humano directo. Sin embargo es necesario aprovechar mejor estos recursos pues el cambio climático es una realidad y dificultará el desarrollo de la acuicultura. Por otro lado, el Estado no se preocupó en incentivar la acuicultura con políticas y financiamientos adecuados porque había recursos pesqueros salvajes disponibles.
Son grandes las expectativas de abastecimiento de alimentos mediante la acuicultura que cubran las necesidades de proteína de la población mundial, pero las dudas son sobre el impacto que ella generará y si podrá seguir creciendo de manera sostenida sin afectar el planeta Tierra.
Faltan estrategias para el crecimiento de la acuicultura en el Perú, como la contratación de expertos extranjeros, convenios con países que tienen muy bien desarrollada la acuicultura y que representan ejemplos a seguir, donde los Estados apoyan la investigación y a los productores acuícolas, caso que no ocurrió en el Perú en el pasado. Sin embargo en los dos últimos años este apoyo ha estado haciéndose efectivo a través del incentivo a la investigación, el desarrollo e innovación en las universidades y centros de producción, esperando que sea el inicio del crecimiento sostenido del sector.