Lea esta columna de opinión de Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de FUNIDES (Fundación nicaragüense para el desarrollo económico y social) publicada en el periódico El Nuevo Diario.

La Universidad de Pennsylvania publicó por noveno año su clasificación de los principales centros de pensamiento del mundo. Funides fue catalogado por segundo año consecutivo entre los primeros 50 en influencia en América Latina, de un total de 774 de la región que participaron. La influencia de cada uno de los centros de pensamiento analizados la determina un panel de expertos. Sus deliberaciones se basaron en la calidad de las investigaciones, la incidencia de estas investigaciones en actores claves de la sociedad, la presencia en los medios de comunicación, la preparación del personal, la independencia y el rigor intelectual.

Para muchos todavía es un tema desconocido del por qué existen y de la importancia de los centros de pensamiento a nivel mundial. Los centros de pensamiento llenan un importante vacío de diálogo de ideas y propuestas en los países donde operan e incluso a nivel mundial. Esto es particularmente importante en países como Nicaragua, donde la cultura del debate de ideas y propuestas es sustituida con gran facilidad por el ataque personal y el descrédito.

Aunque el origen de los centros de pensamiento se remonta al siglo XIX en Inglaterra, es a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial que se experimentó un auge en la formación de estas instituciones. La Corporación RAND en EE.UU. se considera como el primer centro de pensamiento moderno. A esta se le atribuye desde haber inventado la fotocopiadora, hasta avances importantes a la teoría económica. Con el tiempo los centros de pensamiento se han especializado más en temas puntuales, y es posible categorizarlos en cinco categorías según su afiliación. Están los centros autónomos e independientes que no responden a ningún grupo de poder en particular, luego están los afiliados a los gobiernos y los afiliados a universidades, aquellos relacionados con partidos políticos y finalmente centros de pensamiento con fines de lucro. Se calculan 6,846 centros de pensamiento en el mundo, estando la mayoría en América del Norte (1,931), seguido por Europa (1,770), Asia (1,262), América Latina (774), África (615) y el M
edio Oriente (398).

En mayor o menor medida, los centros de pensamiento sirven de puentes entre el sector académico e intelectual y los hacedores de políticas públicas y privadas. Hay los que se concentran más en el debate de ideas y aquellos que se concentran más en las políticas, ambas para procurar una mejor sociedad o la solución de un problema específico. La revolución tecnológica y la explosión de información en internet ha ayudado a la reciente formación de nuevos centros de pensamiento, especialmente en países en desarrollo. La crisis de confianza en autoridades políticas en algunos países, el fin del monopolio estatal en la información pública y la globalización también ha ayudado a la creación de nuevos centros de pensamiento. 

En América Latina existen países con una vibrante actividad de centros de pensamiento de todo el espectro político e ideológico. Destacan la Fundación Getulio Vargas de Brasil, la Cepal de Naciones Unidas, Cedice en Venezuela, y Cieplan en Chile. En Centroamérica tienen un liderazgo Fusades de El Salvador, el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, Flacso de Costa Rica y CIEN de Guatemala. Día a día todos estos centros publican importantes contribuciones de políticas, acciones, iniciativas o investigaciones sobre temas tan variados como la economía, la política, la ecología, el papel de las instituciones, la educación o el desarrollo de los países. En países donde florecen este tipo de instituciones, la población en general es capaz de informarse con mayor detenimiento y detalle sobre la coyuntura nacional o los temas claves que inciden en el desarrollo. Todo desde diversas perspectivas basándose en evidencia empírica o estudios rigurosos que sustente o refuten las propuestas.

Por diez años Funides ha venido haciendo un esfuerzo en llenar esos vacíos de discusión informada en un contexto donde aún falta mucho debate. Por diez años, este centro ha venido proponiendo ideas y políticas en temas macroeconómicos, sociales, institucionales y productivos encaminados a acelerar el crecimiento económico de Nicaragua y la reducción de la pobreza. Todas la propuestas del centro se enmarcan en la promoción de políticas públicas basadas en los principios democráticos, la libre empresa, un marco institucional sólido y el respeto al Estado de Derecho.

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Fuente: El Nuevo Diario, Nicaragua


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