Autor: Manuel Marfán
Fuente: La Tercera
La Presidenta Michelle Bachelet invitó al país a revisar nuestro sistema previsional, recogiendo el malestar de muchos respecto de su actual funcionamiento. Es una oportunidad para mejorar, pero también hay riesgos que evitar. Aprovechamos esta tribuna para compartir algunas reflexiones preliminares.
1. Peter Diamond, premio Nobel de Economía, de ideas progresistas, señalaba que en un mundo perfecto el sistema de reparto es superior al de capitalización individual debido a sus menores costos de administración. Pero agregaba en seguida que en la vida real no existe la perfección, y que el sistema de reparto ha mostrado en todas partes donde existe que termina capturado por los grupos de presión.
Estos grupos son capaces de obtener privilegios injustos a costa ya sea del desfinanciamiento del sistema o, alternativamente, de menores pensiones para los que no están organizados.
Diamond finalmente concluía que en la práctica el sistema de capitalización individual es superior por su mejor rendición de cuentas (accountability).
2. La Presidenta Bachelet pidió considerar un impuesto de 5% a la planilla de remuneraciones para financiar un mejoramiento del pilar solidario. Esta propuesta presidencial se parece mucho a un sistema de reparto, y requerirá esfuerzos especiales para evitar su captura.
Esto es especialmente válido en la actualidad, donde las reformas laboral y educacional han sido capturadas por intereses corporativos específicos. Serán necesarios altos grados de transparencia y trazabilidad en el uso de los recursos, características hoy ausentes en el sistema. (Mientras la Contraloría concluye que el personal civil de Gendarmería no tiene derecho a pensionarse en Capredena, los tribunales de justicia acogen la petición del personal civil de la Dirección General de Aeronáutica Civil de pensionarse igual que la Fuerza Aérea. Plop). También, el impuesto sugerido resta espacio para mejorar las pensiones de los que sí cotizan. Es mejor financiar el pilar solidario con cargo a los ingresos generales de la nación, y hacer de la transparencia una práctica obligatoria de ese pilar.
3. Por la envergadura de los recursos comprometidos y porque es la práctica habitual en los países que funcionan bien, la discusión en el Ejecutivo de una eventual reforma previsional debe ser liderada por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
En estos días ya se notó algún grado de tensión entre los ministros Rodrigo Valdés y Ximena Rincón (Trabajo).
Sería pésimo que el proceso interno de toma de decisiones en el gobierno se parezca al de la reforma laboral, con un Ministro de Hacienda enfrentado al Comité Político, y una ministra del Trabajo con acceso directo a la Presidenta.
Espero y confío que no se repetirá esa historia. De lo contrario, será una crónica de un bochorno anunciado.