El director del Programa Cieplan-UTalca analiza parte de las propuestas del gobierno para resolver el estallido social.
Como ex ministro de Hacienda, ex consejero del Banco Central y hoy director del Programa Cieplan-UTalca, Manuel Marfán tiene experiencia de sobra para calibrar la actual crisis social y sus efectos en la economía.
Cuenta que ya no hace proyecciones numéricas, pero sí conserva el olfato técnico para entender el momento desde el punto de vista político y también económico.
Lee a continuación parte de la entrevista en el diario La Segunda.
Las medidas que el ministro de Hacienda anunció ayer que involucran US$5.500 millones en platas fiscales, ¿podrían ayudar a compensar ese impacto?
Estoy seguro de que en las proyecciones de crecimiento que dio el ministro ayer ya están incluidas estas medidas. Sin ellas, probablemente serían aún más bajo el crecimiento.
¿Cuál es su mirada del actual momento de la crisis social?
Estoy convencido de que las protestas tienen mucha legitimidad en sus demandas. No me gusta la violencia, pero sí entiendo que una parte muy grande de este país se sentía molesta porque el sistema no los acogía, no les era empático. Pero las soluciones a esos problemas son soluciones que toman tiempo. Uno no puede hacer cambios demasiado fundamentales en los sistemas de pensiones, educación o salud en periodos cortos, porque no se sale rápidamente del principal proveedor de recursos que es el crecimiento económico.
Un grupo de economistas de centroizquierda como Roberto Zahler y Álvaro Díaz propugnan una nueva reforma tributaria y elevar la deuda hasta 40% del PIB para financiar una agenda social más ambiciosa. ¿Por qué usted no estuvo?
Es que no es bueno endeudarse para financiar gastos permanentes, porque lo financias al principio y cómo lo financias después. Me hace mucho sentido que este impulso para volver a crecer que quiere darle el ministro Briones sea mediante un aumento del endeudamiento, porque es para financiar inversiones que no son temas permanentes. Tiene que haber cierta coherencia e inteligencia en cómo se va a estimular el crecimiento.
¿Usted plantea una nueva reforma tributaria para financiar gastos permanentes?
Es bueno tener nuevos ingresos fiscales. Porque nos hemos llenado de propuestas, pero nadie dice cómo se van a financiar.