Entrevista a La Segunda – Sofía Chiesa O Casagrande
Manuel Marfán, ex ministro de Hacienda
Director Programa Cieplan-UTalca

Considera bueno el manejo de la crisis sanitaria pero cree que el país debiera tener un plan más allá del covid. El “crecimiento era mediocre incluso antes del estallido social”.


Llegó de sus vacaciones en Europa a fines de febrero, cuando todavía no se hablaba mucho del coronavirus. Pero venía desde Milán, que en pocos días se transformó en el epicentro europeo de la pandemia. Por lo tanto, fue de los primeros en hacer cuarentena voluntaria. Cuando iba a quedar liberado de la suya, se implementaron las cuarentenas obligatorias en Santiago. Desde entonces el ex vicepresidente del Banco Central, Manuel Marfán, permanece en su casa y sale sólo a comprar lo básico. Se compró una caminadora para mantenerse activo en medio de las jornadas laborales que siguen igual de largas para el director ejecutivo del Programa Cieplan-U. de Talca.

“Este es un momento en que los economistas estamos bien solicitados, eso pasa cuando las cosas no están bien, somos como los dentistas”, dice desde su casa, a través de Zoom, plataforma que asegura que ha sido “un gran descubrimiento”.

Dices que los economistas están bien solicitados. ¿Te han solicitado?
Cuando salió mi entrevista en El Mercurio me mandó un WhatsApp el ministro Briones, le había gustado mucho. Pero me llaman, en general, por cosas más burocráticas, para hacer asesorías. Yo soy de oposición sería muy raro que me llamaran del Gobierno. Aunque estoy siempre disponible para conversar, en el marco de poder escucharnos recíprocamente.

Marfán es de los pocos economistas de centroizquierda que dijo que había que guardar balas, más que utilizar al máximo la capacidad de gasto fiscal

¿Sigues pensando así?
Yo no sé qué significa “tirar toda la carne a la parrilla”. Vamos a tener un déficit fiscal este año probablemente sobre el 10% del PIB y eso no es sostenible en el tiempo, porque la deuda pública tomaría una dinámica explosiva. Y si gastas todo en la parte sanitaria, en la primera etapa, ¿qué haces después? no hay cómo reactivar.

El también ex ministro de Hacienda en el gobierno de Frei considera que las medidas implementadas por el Gobierno hasta ahora han estado bien enfocadas, han tratado de dar un alivio en la parte económica a las familias y a las empresas. Pero asegura que nada de eso sirve para reactivar la economía. “Son solamente paliativos para poder hacer más vivible una situación que es dolorosa”.

Volver a los acuerdos

Si bien Marfán aplaude la labor del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, considera que en el Gobierno no hay estrategias establecidas y que los problemas se van resolviendo independientes unos de otros. “Hace tiempo que estoy despotricando contra la lógica de resolver los temas de a uno, se cometen muchos errores porque no tienen una visión global”.

¿Qué falta entonces?
Yo la crítica que le hago a los gobiernos de Piñera, incluyendo este, es que no tienen estrategia. Las decisiones se toman sobre la marcha. Falta alguien que tenga la capacidad de construir una estrategia y que una parte importante de la clase política la compre. Y la clase política puede ser convencida si escucha, pero ellos se escuchan entre ellos, es una cosa muy endogámica.

Y pone como ejemplo cuando se discutía la reforma previsional y en paralelo se legislaba una iniciativa para bajar la jornada laboral a 40 horas. “Ambos proyectos terminaban aumentando los costos laborales, pero se terminaron discutiendo como dos temas independientes entre sí, e incluso el propio Gobierno dijo que sean 41horas y no 40. Alguien no hizo la coordinación necesaria”. Criticando lo que califica como una improvisación. “En el fondo, es resolver los problemas sin ver el paso siguiente”.

¿Eso no es un fenómeno nuevo?
Cuando se recupera la democracia, en condiciones muy difíciles, las prioridades eran tener en lo político una transición hacia la democracia y en lo económico una lucha frontal contra la pobreza. Esos eran los dos grandes pilares. Y el envoltorio era sin desordenar las cuentas fiscales, esa era la estrategia. Y fue buena, pero al final falló por su propio éxito.

Marfán explica que una vez que se disminuyó la pobreza, todas esas familias empezaron a formar una clase media que ahora es mayoritaria, y que la Concertación nunca tuvo un cambio de táctica hacia esa clase media, “que es la que está en la protesta ahora”.

“No hay una nueva estrategia desde ese entonces. Y surge como nuevo sector mayoritario del país esta clase media precaria, vulnerable, que especialmente ahora lo está pasando mal, con pánico de volver a la pobreza y que pide certezas y seguridades. Son demandas que son muy distintas que la de los pobres. Y no hay estrategia, se abordan de a uno”.

En la lógica de resolver los temas de a uno, se cometen muchos errores porque no hay una visión global”

Pero ahora se está armando un gran acuerdo económico.
Si, y ojalá que no se termine con la pandemia. Te voy a dar un ejemplo. Los australianos ya pasaron por la etapa de la pandemia que estamos nosotros ahora. Y un grupo de estos centros de pensamientosy universidades (que ellos llaman “grupo de los 8”), se sentaron a conversar con visiones
muy distintas unos de otros y elaboraron un documento sobre la reactivación a un crecimiento de largo plazo alto y sostenible, esa era la lógica. A mí que me encantaría que eso ocurriera aquí en Chile,
eso se llama construir estrategias.

Sin esa estrategia, ¿qué riesgos corremos? ¿no superar el estallido de octubre?
El estallido social es consecuencia de la misma clase media vulnerable, que no se siente querida por el sistema. Es un sector que el país debió haber atendido y no lo hizo, no de una manera ordenada. Al contrario, con las protestas si los temas generaban efervescencia se resolvían, si no, no. Y ese descontento yo lo asimilo a lo que podría ser pasto seco.

Por eso, dice que es ahora cuando hay que pensar en las estrategias. Considera que el Gobierno hace bien en tratar de encontrar un acuerdo para una reactivación, pero también cree que sería aún mejor si tratara de buscar alguna forma de conversar una salida ordenada para después de la reactivación. “Esa es la parte que a mi me preocupa porque Chile tenía un crecimiento mediocre incluso antes del estallido social. Se proyectaba un crecimiento estructural de 3%, esa tasa de crecimiento no sirve para resolver los problemas de la clase media”.

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