En este libro nos interesa explorar el potencial y las restricciones existentes en la implementación de dos objetivos que nos parecen centrales al desarrollo de las sociedades modernas: una democratización real, en lo político y un desarrollo más igualitario, que es la contrapartida necesaria en lo económico para el logro de dicha meta política.
El estudio de este tema hace imprescindible analizar quienes han sido los beneficiarios de la acción del Estado y quienes los que han pagado su costo; que distribución del ingreso resulta como consecuencia de la acción pública y cuál la correspondencia entre dicha distribución y el tipo o patrón de desarrollo resultante. Si este es igualizador, será concordante con un proceso de democratización real. Si, en cambio, el patrón de desarrollo se caracteriza por concentrar el poder, la riqueza y las oportunidades, su desarrollo será contradictorio con los procesos de democratización.