Patricio Meller, director de proyectos de CIEPLAN, dice que Chile debe invertir en innovación tecnológica y aprovechar sus ventajas comparativas en este ámbito. Lea la entrevista publicada en el diario La Tercera.
¿Qué alternativas tiene Chile para diversificar su matriz productiva y depender menos de las fluctuaciones del precio del cobre?
Lo primero que hay que tener claro es que si Chile quiere ser competitivo no hay otra opción que incentivar la innovación y capacidad tecnológica. En eso el cobre desempeña un rol fundamental. Chile es una economía pequeña en todo, menos en cobre. Por ejemplo, la población de China es 75 veces la de Chile, el PIB es 36 veces más alto, pero tiene apenas un sexto de la producción de cobre de nuestro país. El problema es que la producción a futuro implica desafíos tecnológicos no menores que requieren innovación tecnológica, de manera de utilizar al cobre como plataforma hacia otros sectores y ser más competitivos.
¿Qué explica la menor competitividad de la economía chilena?
La pérdida de competitividad en la minería chilena está asociada a la energía. Por eso el desafío es utilizar fuentes energéticas mucho más económicas que las actuales, ser más eficientes en el uso de agua, o el tratamiento de los relaves.
¿Y en otros sectores económicos hay potencial?
La acuicultura tiene un potencial importante. Si miramos el consumo de peces a nivel mundial, vemos que representaba un 13% en 1990, llegó a 26% en el 2000, hoy está en torno 45% y que se espera que a 2030 represente cerca de un 60% de la canasta alimenticia. O sea, el consumo de pesca acuícola va a ser mayor que el de pesca natural. Los requerimientos de proteínas han motivado un aumento del consumo de pesca, que también ha aumentado. El consumo global de pescado se duplicó en las últimas décadas, llegando a 20 kilos por persona cada año.
¿Y hay ventajas comparativas de Chile en acuicultura?
Por cierto, en la acuicultura Chile tiene claras ventajas comparativas. La principal es que el país tiene un borde costero que se estima de entre 15 mil y 20 mil kilómetros. Actualmente, lo único que estamos aprovechando de eso es lo correspondiente a las costas de las regiones de Los Lagos y Aysén, que debe ser un 20% del total de costa, y lo razonable es aprovechar todo, como hacen los países asiáticos. Corfo y la Fundación Chile tienen un programa cuya meta es elevar de US$ 6 mil millones en exportaciones del sector pesquero a US$ 19 mil millones hacia 2035, donde el salmón está entre las principales. La primera estrategia es incrementar los cultivos en el corte, ya que hoy el 99% se concentra en la zona sur. El segundo objetivo debe ser la diversificación de las exportaciones, de peces y mariscos. Entonces, la acuicultura es un sector que hay que potenciar a través de la innovación en biotecnologías, en el desarrollo de vacunas.
ENERGÍA
¿Hay otro sector que deba ser foco de esa atención?
El otro rubro importante es el de la energía solar. Acá también tenemos ventajas comparativas insólitas. El desierto de Atacama tiene un índice de radiación solar de 3.000 kwh por metro cuadrado, que es el más alto a nivel mundial. En Alemania los niveles de radiación esos niveles llegan a 1.100 kwh/m2, o en Sevilla (España) ese indicador es de 1.700 kwh/m2, mientras que solo en Calama el potencial es de 2.500 kwh/m2. Por eso hay un aumento de la producción de esta energía en los últimos años, que es mucho menos costosa. En 2013 la producción fue de 7 mw y ya en 2016 se calcula que se van a sobrepasar los 1.000 mw. Es tanta la capacidad de energía solar que hay en Chile que hasta se podría exportar. Eso tiene implicancias en mayor competitividad para todos los sectores que usan energía.
Factor común en ambos sectores que describe son los de recursos naturales…
Claro, y para desarrollar ambos sectores se requiere mucha inversión en capital humano, en innovación. Para eso se requiere una visión de largo plazo que permita consensuar las visiones del sector público y privado.
¿Qué tan urgentes son esas decisiones?
Son de urgencia inmediata. No podemos depender de un solo producto, la economía debe diversificarse ahora pensando en el mediano y largo plazo. Tiene que haber conversación público-privada para definir una estrategia.
Fuente: La Tercera