Por Matías Berríos
Entrevista para Economía y Negocios El Mercurio
Para el economista, el retiro anticipado de los fondos es una mala política. Recuerda que con frecuencia frente a necesidades urgentes se pretende recurrir a los ahorros acumulados para las pensiones. «El problema es que retirar los fondos significa disminuir las pensiones», advierte.
Esta semana estuvo marcada por la aprobación en primera instancia, de la reforma constitucional que posibilita el retiro del 10% de las cuentas individuales de las AP. Para José Pablo Arellano, investigador de Cieplan, ex director de Presupuestos y exministro deEstado de la entonces Concertación, «el debate no se ha hecho cargo debidamente de las consecuencias sobre las pensiones».
Esto, debido a que el impato de retirar el 10% de los fondos es muy significativo, sostiene. «Si se toma como ejemplo un hombre de 55 años, esto equivale a gastarse un año y medio de sus futuras pensiones y para una mujer, casi tres años», explica.
Y advierte: «El retiro anticipado de los fondos de pensiones es una mala política. Con frecuencia frente a necesidades urgentes se pretende recurrir a los ahorros acumulados para las pensiones, como una enfermedad grave, o en este caso por las necesidades producto de la pandemia. El problema es que retirar los fondos significa disminuir las pensiones».
Así, relata, el camino elegido para hacer efectivo este retiro, debido a que los parlamentarios no tienen la facultad para realizar cambios en materia de seguridad social, fue una reforma a la Carta Magna. Arellano recuerda que esta iniciativa se descartó para los legisladores, debido a que durante muchos años en el siglo XX fue muy mala para el antiguo sistema de pensiones. «Terminó desfinanciado y lleno de inequidades. Por ello, después de varios intentos, el Presidente Frei Montalva en 1969, a fines de su gobierno, logró reunir el apoyo parlamentario para un reforma constitucional que estableció que las materias de seguridad social fueran de iniciativa exclusiva del Presidente». Y explica que ahora, «para saltarse esta ilimitación, se ha promovido esta reforma, la que espero no prospere».
-Con el fondo solidario de compensación de pensiones que se crea, ¿considera usted que es avanzar hacia un futuro sistema de reparto?
«Creo que mezclado con la autorización para el retiro del 10% de los fondos se introduce esta propuesta de reforma al sistema de pensiones a través de la creación de un fondo colectivo solidario de pensiones. Una reforma constitucional no es el lugar para reformar un sistema de pensiones, y menos con esta premura. Por algo desde el último gobierno de la presidenta Bachelet se viene trabajando en una reforma al sistema de pensines, y las dificultades técnicas y políticas para concordar una respuesta han demorado la solución. Si hay alguna legislación que tiene efectos que se manifiestan décadas después, es en materia de pensiones. Tratar de improvisar una solución en la forma que lo hace este proyecto nos llevará por mal camino».
-¿Considera usted que en este proyecto de ley está mezclando una reforma al sistema de pensiones, con medidas que busquen apoyar a la clase media?
«Lo que sucede es que a raíz de la pandemia hay necesidades reales de las familias de la clase media a las cuales aún no se les ha dado una solución. Lo que necesitamos y lo que corresponde es que el Gobierno y el Congreso logren un acuerdo para ampliar algunos de los programas que ya se han establecido para así ir en apoyo de esas familias. Retirar los fondos de pensiones no es el camino».
-Entonces, ¿cuál debería ser el camino?
«Si hubo capacidad del sistema político para llegar a un acuerdo para darse un marco de gastos fiscales para los próximos 24 meses y otras medidas frente a la emergencia, con mayor razón debiera haberla en este caso.»
«Espero que se vuelva a desplegar esa capacidad de construir acuerdo con el adecuado respaldo técnico y una evaluación que mida las consecuencias de las medidas. Ese fue un ejemplo de la buena política, este proyecto y su debate es un ejemplo de lo que tenemos que evitar».
-A propósito de esto último, ¿qué le parece que los parlamentarios de oposición no consideraran la opinión técnica de los expertos de la coalición y terminaran votando a favor de la medida? Y, por lo mismo, con la DC, ¿que le parece que todo el partido haya votado en favor de esta medida?
«Considero que lo que vimos en la Cámara el miércoles nos lleva por el mal camino en términos políticos y económicos. Fue la primera votación, y espero que en lo que queda por legislar en la Cámara y en el Senado se corrija lo hecho, y se dé otra respuesta a aquellas familias de clase edia que se han visto más golpeadas y a las que aún no se ha logrado apoyar».
-Considerando que el proyecto está proponiendo un tipo de compensación para el retiro, ¿cuánto afectará esto las pensiones futuras y quiénes se verían más perjudicados?
«La moción que se está discutiendo no establece ninguna compensación. Hace una promesa de que en el futuro se finaniaría con «los aportes de los empleadores y del Estado». Lo cierto es que esos aportes son impuestos que gravan a las empresas, y en definitiva los terminan pagando tanto «empleadores» como los consumidores y los trabajadores, y que el Estado solo los podría financiar recaudando más impuestos o disminiyendo otros gastros. Una legislación debe tratar de disminuir la incertidumbre, este proyecto lo aumenta».
«Es indispensable priorizar. Los recursos disponibles son limitados»
-¿Qué le parecen las políticas públicas que está impulsando el Gobierno para ayudar a las familias, en comparación a cómo se hizo en 2009, con la crisis financiera global?
«En todo el mundo ha sido tremendamente difícil responder a la pandemia. Los desafíos son múltiples y nadie estaba preparado y, por tanto, las autoridades han iso dando soluciones en medio de una gran incertidumbre, particularmente en el plano sanitario».
«En el plano económico, ayuda la experiencia ganada con la crisis financiera internacional en 2009. A pesar de que esta crisis tiene aspectos muy distintos, me parece que las autoridades han actuado con rapidez, en primer lugar, para evitar que la crisis se agravara aún más por falta de liquidez con una gran quiebra de empresas y mayor destrucción de empleos».
-¿Cómo lo han hecho autoridaes económicas?
«En Banco Central, el Ministerio de Hacienda y la CMF han estado actuado para evitar una crisis de proporciones aún mayor. Al mismo tiempo se ha buscado paliar las necesidades de los que no pueden trabajar a raíz de las medidas sanitarias».
¿Qué destaca?
«Destaco la Ley de Protección del Empleo, que aprovechando el seguro de cesantía, ofrece una ayuda a los trabajadores sin que pierdan su empleo. Lo mismo el Ingreso Familiar de Emergencia».
«Es bueno recordar que la magnitud y variedad de políticas para enfrentar la crisis ha sido posible porque durante años el país actúo con responsabilidad en materia fiscal y en el manejo macroeconómico y de sus instituciones financieras. Muy distinta hubiera sido nuetra capacidad de respuesta sin esa trayectoria previa».
-El Gobierno ha tenido una estrategia de focalizar las ayudas. ¿Le parece correcta esta modalidad?
«Es indispesable priorizar. Los recursos disponibles son limitados. Uno de los más afectados con la crisis es el presupuesto nacional. Los ingresos fiscales en los primeros cinco meses del año ya disminuyeron 13% comparados con el año pasado y seguirán cayendo en los próximos meses. Al mismo tiempo, los gastos están aumentando fuertemente para atender las necesidades del covid y para las ayudas entregadas a las familias. Se proyecta que este año serán 11% mayores que el año pasado. Este enorme déficit se está financiando con más deuda y con los ahorros acumulados. El Estado necesita conseguir más de US$28 mil millones para financiar ese déficit. Esa mayor deuda va a significar un pesada carga para el futuro. Por lo tanto, priorizar en los que más lo necesitan y en los programas que son más fectivos será aún más importante que antes».
-¿Qué se debe hacer para agilizar la recuperación?
«Todo lo que podamos hacer para preparar una vuelta segura al trabajo hará más efectiva la recuperación y reactivación económica. Eso requiere trabajar los protocolos para retomar la actividad productiva y laboral con la mayor seguridad posible. Podemos aprender de los países que van más adelantados para no cometer sus errores y tomar lo que ha funcionado en Asia y Europa. Para tener una reactivación que nos ayude a recuperar lo antes posible los más de dos millones de empleos que se han perdido o están suspendidos, hay que prepararse ahora».
-Y en concreto, ¿qué se debe hacer?
«En este diario, hace unos días atrás, llamamos la atención, por ejemplo, sobre la importancia de terminar el trámite legislativo TPP11 en el Senado y así asegurar a nuestras exportaciones el acceso a los mercados externos. Hay que avanzar en la preparación de un plan de infraestructuda física y digital. Podemos avanzar en caminos legales y reglamentarios para elevar la productividad. Los cambios que hay que hacer ya están identificados por la Comisión Nacional de Productividad».
Fuente: https://digital.elmercurio.com/2020/07/11/B/PM3QJ86B#zoom=page-width