Revisa la entrevista realizada por el diario El Mercurio a Pablo Piñera, director ejecutivo de Cieplan.
Junto a la cuenta pública anual que hace el Gobierno, el discurso presidencial del 21 de mayo suele incluir nuevos anuncios y compromisos.
Con una economía encaminada hacia un segundo año de crecimiento por debajo del 2%, hay consenso en diversos centros de estudio en que los temas de crecimiento y de la productividad pueden ser el eje de este mensaje presidencial que se avecina en dos semanas más. Y visualizan también una agenda de inversiones públicas.
Raphael Bergoeing, investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), plantea que está la expectativa de un proyecto de ley que incluya las recomendaciones acogidas por el Ejecutivo de entre las propuestas hechas por la Comisión Nacional de Productividad y otras organizaciones, como la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), con el fin de emprender una gran reforma pro-productividad en el país.
En el ámbito financiero, la esperada reforma a la Ley General de Bancos, y en el tema educacional, una agenda para reformar la educación parvularia y secundaria técnico-profesional, que no han estado presentes en la discusión de la reforma educacional hasta ahora. Además, dice Bergoeing, se debería aclarar cómo se proyecta el avance de la gratuidad a partir de una economía desacelerada. También menciona el esperado proyecto de la Ley de Isapres y avanzar en un aterrizaje legislativo y normativo de las propuestas que discute el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.
«El país requiere una señal más fuerte de que el crecimiento es un tema prioritario para el Gobierno», dice a su turno Pablo Piñera, director ejecutivo de la Corporación de Estudios para Latinoamérica (Cieplan) y director del MBA de la Universidad Alberto Hurtado.
En esa línea, él esperaría como un anuncio concreto que se considere en cada proyecto de ley que el Gobierno envíe al Congreso una medición del impacto que tendría cada iniciativa en la productividad y en el crecimiento, junto con ver qué medidas se pueden tomar para que afecte lo menos posible el dinamismo económico.
Estima también que debe corregirse el haber otorgado el año pasado gratuidad a los estudiantes a través de una glosa presupuestaria y remediarlo mediante un decreto ley que recoja la diversidad que hay en Chile respecto de la educación superior. Separar entre universidades públicas y estatales, en su opinión, no se condice con la realidad.
Considera muy importante que en su calidad de Jefa de Estado, la Presidenta Bachelet haga un llamado a mejorar la convivencia entre los chilenos y aprovechar el legado del ex Presidente Aylwin. «Buscar acuerdos más allá de las mayorías de los gobiernos de turno hace que las reformas tengan una estabilidad mayor en el tiempo y concitan un mayor apoyo», dice Piñera. Asimismo, considera que la Mandataria debería reafirmar su compromiso de seguir avanzando en transparencia, donde queda mucho por hacer, ya que las élites empresarial, política, religiosa y militar están en deuda con la ciudadanía, estima.
Cecilia Cifuentes, investigadora de Libertad y Desarrollo (LyD), coincide en que el mensaje va a estar centrado en el nuevo discurso del Gobierno en términos de la importancia del crecimiento y en que habrá algún anuncio respecto de la agenda de productividad.
Pero en su opinión eso se queda en los discursos, porque en la práctica se va por otra dirección. «Creo que las agendas de productividad son positivas, pero insuficientes para contrarrestar los efectos negativos del programa de gobierno, reflejados en una reforma tributaria que castiga el ahorro, y en una reforma laboral que con o sin titularidad va a tender al conflicto y no al acuerdo», señala.
Piensa que el Gobierno está al debe en el tema de la capacitación laboral y que el programa Más Capaz no ha tenido el énfasis que se le dio hace un año e incluso le redujeron el presupuesto.
Avances en gratuidad
En materia educacional, María Paz Arzona, economista de LyD, dice que es esperable que se avance en gratuidad. El compromiso era cubrir al 70% de los alumnos de menores ingresos y se llegó al 50% en algunas universidades. Tal vez se opte por aumentar al 60% e incorporar a nuevas universidades, e incluso a alumnos de educación superior técnico-profesional.
Bajas expectativas en torno al discurso tiene Hernán Larraín Matte, director ejecutivo de Horizontal y miembro de Evópoli. «Enfrentando su tercer año, este gobierno tiene poco que hacer en materia de rendición de cuentas. Proyectos como la gratuidad siguen estando pendientes, y en la reforma laboral, después del fracaso del corazón de la reforma en el Tribunal Constitucional, se ven obligados a buscar una solución que se aleja del compromiso asumido en materia laboral en su programa».
Piensa que se va a insistir en el giro de darle prioridad al crecimiento y no va a haber grandes novedades.
Fuente: El Mercurio