La capacidad de generar mejoras permanentes de productividad es ampliamente identificada como una de las claves para la prosperidad económica de largo plazo de los países. Paul Krugman lo dice de manera sucinta en una frase majaderamente citada: “la productividad no es todo, pero en el largo plazo es casi todo” (Krugman, 1990).
¿Cómo revertir esta tendencia? La evidencia indica que existen diversas combinaciones de políticas con el potencial de encauzar e impulsar ganancias de productividad. La efectividad de éstas dependerá, en gran medida, de cómo se formulan, implementan y evalúan; y de cómo se adecúan a los tiempos y características de cada país. Esto es un problema que requiere capacidad técnica, pero también voluntad y capacidad política.
En este documento, se analizará la experiencia de la Comisión Nacional de Productividad chilena, comparando con los casos australianos y neozelandés, para identificar los principales desafíos y lecciones para cumplir su rol de manera efectiva.