Perú, antes de la Reforma Agraria de los años 70, era sumamente avanzado en la producción agrícola tecnificada. Sin embargo, la ley produjo serios daños al sector frutícola, y recién en los 90 se inició la agroexportación gracias a que se liberaron tierras adjudicadas por la Reforma Agraria y a la posibilidad de tener propiedades agrícolas de tamaño económico.
La fruticultura de exportación, si bien se realiza parcialmente en algunos antiguos valles de la costa, donde antes predominaban otros cultivos no frutales, en su gran mayoría se ha desarrollado en grandes extensiones de tierras eriazas, gracias al agua de algunos proyectos de irrigación antiguos y otros nuevos que captan agua directamente del rio o indirectamente a través de la construcción de reservorios.
El Perú ha mejorado sus números como agroexportador, superando en productividad por hectárea a países como Chile y Estados Unidos, por ejemplo en el rendimiento de la uva.
A pesar de esto, el Perú debería subsanar aspectos elementales para continuar creciendo en el sector frutícola, ttales como habilitar más puertos con mayor agilidad y mejores carreteras para un transporte expedito de los productos, promover la diversificación, y sobre todo, un mayor gasto en investigación y desarrollo, junto con fortalecer el diálogo y la colaboración entre actores para abordar problemas comunes.